lunes, 31 de agosto de 2015

Las telecomunicaciones en España se concentran: pros y contras



El objetivo esencial de la Sociedad de la Banda Ancha (universalizar el acceso a la red) iba de la mano de otro paralelo nada fácil de conseguir: la liberalización de las telecomunicaciones, sector monopolístico por antonomasia y de compleja liberalización, tanto en cuanto un player parte del cien por cien del mercado y el resto de advenedizos deben hacer malabarismos para ir arañando una parte del pastel.

Para naturalizar la recomposición, existe cierta tendencia del consumidor al cambio, a la democratización, a oponerse a los absolutismos de mercado. Eso choca, para utilities y servicios esenciales, con el miedo a quedarse unas horas o unos días sin servicio, situación funesta para empresas y también para usuario doméstico (sobre todo para teletrabajadores y las ascendentes SOHO, es decir, Small Office Home Office).
En el mercado español, el proceso de liberalización está siendo lento, parsimonioso, confirmando el conservadurismo del cliente y el pánico a quedarse sin un servicio básico (telefonía, Internet y televisión lo son: las horas de consumo son elocuentes). 



La posibilidad de elección ha crecido, pero para servicios quadruple play o quíntuple play es reducida. Y aún lo es más a raíz de la compra de Vodafone España, que absorbió al Grupo Corporativo Ono por 7.200 millones de euros, y las recientes compras de R por parte de Euskaltel por 1.155 millones de euros y de Telecable por parte de la británica Zegona por 640 millones de euros. En el caso de Vodafone, la empresa británica impulsa su estrategia de comunicaciones unificadas: une los activos y capacidades de dos empresas expertas en banda ancha fija ultrarrápida y en 4G. Ambas operadoras complementan  banda ancha fija y móvil. Igualmente sus equipos profesionales se pueden conjugar. 
Las cifras de la nueva compañía son mareantes, ya que en el momento de la absorción amasaba 14,7 millones de clientes móviles, más de 1,5 millones de fibra, un millón de clientes con ADSL y 780.000 de televisión. Vodafone cubre con su red de fibra óptica a más de 8 millones de hogares.
Los clientes de ambas compañías, como primeros beneficiarios de esta operación, disfrutaron de los servicios de comunicaciones unificadas (voz, Internet y TV sobre banda ancha ultrarrápida), con ofertas plenamente integradas. La nueva empresa se intenta posicionar como el proveedora líder en banda ancha ultrarrápida (fibra óptica y 4G). En branding, Ono es la marca de “la fibra de Vodafone”. La red móvil de Vodafone maximiza el uso de la infraestructura de Ono en su red de transmisión.
Por tanto, aparece una oferta completa y competitiva, pero se desvanece la plétora de players del mercado. si una sencilla nueva instalación del incumbente puede llevar meses de espera, a raíz de la dinámica exmonopolística asimilada durante décadas de actividad en solitario, la reducción en el abanico de opciones en principio no es halagüeña. Es cierto que la concetración genera economías de escala que pueden impactar a corto plazo en la P de precio y en la P de producto del marketing tradicional, pero las tentaciones pecaminosas del pasado pueden reaparecer. 
Sobre ello debatimos en el Grupo de Investigación sobre Periodismo Digital y Banda Ancha y Grupo de Investigación Sistemas Innovadores de Monetización del Periodismo y Marketing Digital (SIMPED), del CECABLE la Escola Universitària Mediterrani de la UdG y la UPF, en Twitter (@CECABLEresearch), Google+, en el grupo de LinkedIn, en la página de LinkedIn, en el grupo de Facebook, en Instagram (CECABLE), en Pinterest y en este blog. Y ahondaremos en las XXI Jornadas del Cable y la Banda Ancha en Cataluña (3-5 de mayo de 2016). El curso 2015-16 se presenta apasionante y lo afrontamos con toda la ilusión. ¡A por todas!

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