Los medios sociales, y las redes sociales bajo su
égida, son fiel reflejo de la necesidad de creación y de consumo de contenidos
en la Sociedad de la Banda Ancha. En la dinámica del always on, existe
un deseo incontenible de leer, mirar, compartir, comentar, analizar. El espíritu crossumer lo envuelve todo. Y las empresas asumen que su reputación es prioritariamente reputación online, y que para forjarla hay que tratar con mimo las plataformas de contenido virtual.
La empresa es consciente de que buena parte de su
reputación depende de los contenidos vertidos por ella y sobre ella en medios
sociales. Sobre ello se está analizando sincrónicamente, dado el carácter
innovador del sector. La irrupción de legiones de introductores de contenidos
en medios sociales para crear tendencia o imagen de marca positiva es algo ya
asumido por el internauta; incluso no es extraño convivir con introductores de
contenidos para machacar la imagen de la competencia.