La Sociedad de la Banda
Ancha cabalga hacia la panconectividad: conexión universal a la red, y
conexiones de todo y de todos a ella. Las herramientas de geolocalización
conducen a una ucronía en la que, como contrapunto a las ventajas de la
digitalización, nos imaginamos un futuro en el que cualquier ente lleve un
microchip incrustado y sea controlable por una suerte de gran hermano integrado
por la alianza entre creadores de contenidos y operadores de telecomunicación.
Esa idea lleva al
extremo unos sanos pasos de conectividad que envuelve a cada vez más objetos:
gafas, frigoríficos, máquinas expendedoras, vehículos, televisores, lavadoras o
incluso ropa. Un dispositivo sin conexión aparece capitidisminuido. En todo
caso, el Internet de las Cosas
(Internet of Things) se está exagerando, según Gartner.