Uno de los argumentos tradicionales a favor del
periodismo digital es que ahorra huella de carbono. Muchos bosques se salvan
gracias a la digitalización, promovida desde el Grupo de Investigación sobre Periodismo Digital y Banda Ancha de la UAO CEU y el CECABLE. Esa afirmación es indiscutible, aunque, en el
sumatorio de impactos medioambientales de ambos soportes (papel y digital), el
resultado queda equilibrado.
Así se desprende, al menos, del informe “CarbonFootprint
of News Publishing” (de la serie Modelar el Futuro del Periódico, de la
Asociación Mundial de Diarios y Editores de Noticias, WAN-IFRA), según el cual
no hay una razón que justifique la priorización del medio electrónico en
detrimento del soporte papel desde una perspectiva de sostenibilidad.
Dependiendo delos hábitos y del tiempo de lectura, la versión impresa puede
resultar con frecuencia más ventajosa que una plataforma en línea y móvil en
cuanto a producción de CO2.
Por tanto, algún exceso contra el papel (una ONG danesa
recomendó cancelar las suscripciones a los periódicos en papel, y una cadena
francesa de alimentación decidió dejar de utilizar publicidad impresa por
razones ambientales) no se sostiene, a tenor de los resultados del estudio, ya
que la fabricación de papel para prensa requiere menos energía que la producción
del resto de papel empleado en la industria editorial, y una parte importante
de la materia prima utilizada es papel reciclado. Si además observamos que la
extensión forestal en Europa ha aumentado un 30% desde 1950, los excesos
apocalípticos no se sostienen.
Otra cuestión es que la tendencia de los lectores,
especialmente los jóvenes, sea a leer prensa a través de soportes digitales,
ávidos de banda ancha en un entorno de convergencia tecnológica. Y ahí sí que,
en términos globales, el ahorro energético es elevado. Según datos de 2012
de PewResearch sobre hábitos de consumo de información en público juvenil,
casi el 40% de norteamericanos menores
de 30 años leen regularmente diarios (un 62% en adultos mayores). Los jóvenes estadounidenses son menos propensos a leer
periódicos por día: un 56%, contra el 78% de mayores de 30 años. El 71% de menores
de 30 años leen información en un ordenador o en dispositivos móviles, por sólo
el 51% de adultos. La tendencia a la digitalización es clara, aunque la huella
de carbono no se resienta de esa transición de analógico a digital.
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