La tendencia a la digitalización en la
Sociedad de la Banda Ancha comporta una ingente plétora de ventajas que se han puesto de manifiesto con motivo de la pandemia del coronavirus (conciliación vida laboral-vida familiar, sostenibilidad, cobertura en
situaciones de emergencia, mayor rapidez y globalización de mercados,
principalmente), pero también algunos inconvenientes, asociados en general a
Internet y a su cobertura, que debe ser universal a medio plazo. Las zonas rurales son la prioridad: hasta las gallinas de la fotografía deberían poder conectarse.
El ecosistema virtual internetiano cuenta con
una base real, física, sintetizada en leyes como las de Moore, Gilder,
Metcalfe, Amhdal o Drucker, que apelan a la capacidad del hardware: servidores, discos, memorias, routers et altri. En la
Sociedad de la Banda Ancha se está confirmando un crecimiento exponencial del
tráfico de datos. Y ese tráfico es tan necesario que debe garantizarse, ya que
una caída del servicio acarrea disminución en la facturación. Cada segundo en
determinados días del año es sinónimo de ingresos. De ahí que entre creadores
de contenidos y operadores de telecomunicación hayan surgido los acuerdos de
nivel de servicio o Service Level Agreement (SLA).