En el contexto del
crecimiento sostenido de penetración de banda ancha en España, de vez en cuando
aparece un mes de retroceso. Este es el caso de julio de 2012, mes en el que el
mercado de la banda ancha registró la pérdida de 8.775 líneas, según los datos
de la CMT. Se trata la segunda vez que esto
ocurre, a tenor de esa fuente. Curiosamente, en julio de 2011 (en verano la
contratación de servicios tecnológicos acostumbra a resentirse) el retroceso
fue de 580 líneas.
No obstante, no hay que alarmarse
en modo alguno. La banda ancha en España acumulaba 11,3 millones de líneas, un
3,6% más que en el mismo periodo de 2011. El total de líneas FTTH (fibra hasta
el hogar) rebasó las 252.000 (Telefónica al frente: más del 96% del mercado FTTH
español). La tasa de penetración de la banda ancha, de 24,4 líneas/100
habitantes, sí que es mejorable. Se trata de un viaje a largo plazo, que desde
el CECABLE alentamos. Pese a la crisis
financiera, no hay que desfallecer.
Las razones que explican el
coyuntural resultado de julio son diversas. Por un lado, hallamos el desplome
de 20.378 líneas de Telefónica (ADSL). Por otro, el ya persistente y ligeramente preocupante declive de de los
operadores de telecomunicaciones por cable, que cedieron 8.359 líneas. Y,
finalmente, la crisis general, que extiende sus víctimas por doquier.
En contraste, la
contratación de fibra óptica (FTTH) sigue al alza en España, y ese mes sumó
11.711 líneas más. Los operadores alternativos también se anotaron 8.330 líneas.
La telefonía móvil creció (el postpago aumentó, no así el prepago y las datacards) gracias a Yoigo, los OMV y Orange, aunque a finales de julio España contaba
con 54,67 millones de líneas móviles, 1,6% menos que en 2011. La telefonía fija
descendió 67.320 líneas. Ahora España cuenta con 19,13 millones de conexiones
fijas. Ese dato es esperable e irá a más en un entorno de movilidad en
telefonía, a pesar de que la banda ancha de más alta velocidad es fija.
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