La
televisión conectada va al alza. Encabezada por experiencias como HbbTV, la intersección
entre banda ancha y redes sociales es el ecosistema natural de los próximos
años, con el añadido de la movilidad. El consumo de vídeo móvil en todo
el mundo ha rebasado por primera vez el 50% del tráfico móvil global en 2012 y
continuará con una evolución ascendente.
Ese
fenómeno, combinado con la adopción generalizada de smartphones y tabletas junto al auge de la smart TV, ha conducido a la Comisión Europea a presentar un Libro Verde que incluye el
pronóstico de que en 2016 los televisores conectados podrían utilizarse en la
mayoría de los hogares europeos. A inicios de 2013 unos 40,4
millones de hogares ya disponen de ese servicio.
No se
trata de una revisión de la Directiva de servicios de comunicación audiovisual
(conjunto de reglas introducidas por primera vez en 2010 para cubrir las áreas
de convergencia tecnológica en un solo mercado), sino que la
iniciativa es parte de la estrategia de la Agenda Digital Europea
(disminución de la brecha digital, papel de la regulación de contenidos para
los niños, seguridad cibernética o fuga de cerebros tecnológicos).
La atención se centra en la smart TV, y se analizan el espectro de la televisión, las limitaciones de contenido digital distribuido dependiendo de cada país, los
acuerdos de exclusividad para el cine y otros medios de comunicación, la autorregulación…
Tanto empresas de streaming (Amazon, Netflix) como
fabricantes, editores o creadores pueden ver claridad en el horizonte a raíz de
este documento. En el Grupo de Investigación
sobre Periodismo Digital y Banda Ancha, de la UAO-CEU y el CECABLE
y en las XVIII Jornadas del Cable y la Banda Ancha en Cataluña (7-9 de mayo de 2013) analizaremos la cuestión con denuedo. Un Libro Verde para madurar.
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