Desde hace tiempo, tanto cuando
imparto clases en la universidad como en el entorno empresarial, me he preguntado
en voz alta cómo puede ser que las utilities
-verdaderos leviatanes transeculares, con modelos de negocio intocables e
hiperseguros, oligopolios y cuasimonopolios de
facto, con frecuencia tildados de prepotentes- no permiten al consumidor un
seguimiento constante, en línea, de lo que están facturando en cada momento.
Para entendernos, que quien sabe que en los meses de crudo invierno va a utilizar mucho la calefacción, pueda diariamente (o bien online) controlar lo que está gastando en cada momento, lo que genera dos resultantes positivas: ahorro en el usuario (quizá, conociendo exactamente el importe diario, la temperatura de confort pasará de 24 grados a 22 o 21, y la factura descenderá en esa o en mayor proporción) e impacto medioambiental.
Si en cualquier faceta de la vida particular o empresarial se intenta prevenir al máximo, llevar un control diario el gasto, solicitar al menos tres presupuestos y controlar en la medida de la posible cualquier desviación, resulta valleinclanesco que monstruos del estilo de Repsol, Endesa o Gas Natural, por poner tres ejemplos, encomienden lo que facturan a lecturas estimadas o muy proclives al error cuando se produce una lectura manual. Y encima, si se comete el error (recibir una factura de 650 euros cuando correspondían 40, por ejemplo, por un error en la lectura), el afectado debe esperar más de un mes a recuperar el importe, con el único consuelo de un ridículo tipo de interés a favor durante el período de espera, compensación esperpéntica al lado del factor liquidez.
Pues bien, por fortuna ese pensamiento, sobre el que trataremos en las XVIII Jornadas del Cable y la Banda Ancha en Cataluña, del 7 al 9 de mayo de 2013, se extiende por la sociedad y alcanza a los operadores de telecomunicación. Así, un estudio de Cumberland Solutions (“Los hábitos de consumo en la telefonía móvil en España”) refleja que los españoles no están conformes con lo que pagan en la factura de su teléfono móvil, y el 63% considera que paga más de lo que consume. Lo más estratégico del estudio es que el 97% de los usuarios quiere saber cuántos minutos, Mbps y SMS consumen en tiempo real a través de su smartphone.
Para entendernos, que quien sabe que en los meses de crudo invierno va a utilizar mucho la calefacción, pueda diariamente (o bien online) controlar lo que está gastando en cada momento, lo que genera dos resultantes positivas: ahorro en el usuario (quizá, conociendo exactamente el importe diario, la temperatura de confort pasará de 24 grados a 22 o 21, y la factura descenderá en esa o en mayor proporción) e impacto medioambiental.
Si en cualquier faceta de la vida particular o empresarial se intenta prevenir al máximo, llevar un control diario el gasto, solicitar al menos tres presupuestos y controlar en la medida de la posible cualquier desviación, resulta valleinclanesco que monstruos del estilo de Repsol, Endesa o Gas Natural, por poner tres ejemplos, encomienden lo que facturan a lecturas estimadas o muy proclives al error cuando se produce una lectura manual. Y encima, si se comete el error (recibir una factura de 650 euros cuando correspondían 40, por ejemplo, por un error en la lectura), el afectado debe esperar más de un mes a recuperar el importe, con el único consuelo de un ridículo tipo de interés a favor durante el período de espera, compensación esperpéntica al lado del factor liquidez.
Pues bien, por fortuna ese pensamiento, sobre el que trataremos en las XVIII Jornadas del Cable y la Banda Ancha en Cataluña, del 7 al 9 de mayo de 2013, se extiende por la sociedad y alcanza a los operadores de telecomunicación. Así, un estudio de Cumberland Solutions (“Los hábitos de consumo en la telefonía móvil en España”) refleja que los españoles no están conformes con lo que pagan en la factura de su teléfono móvil, y el 63% considera que paga más de lo que consume. Lo más estratégico del estudio es que el 97% de los usuarios quiere saber cuántos minutos, Mbps y SMS consumen en tiempo real a través de su smartphone.
Ante esa legítima
petición, Cumberland Solutions ha creado Weplan, aplicación gratuita para teléfonos
Android que ofrece un comparador de tarifas capaz de analizar a las 26
operadoras del mercado español. El usuario puede saber su consumo en tiempo
real y evitar sorpresas en la factura. Esta app permite a los usuarios de telefonía
móvil ahorrar más de un 50% en su factura y ajustar
planes tarifarios a las necesidades reales.
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