La Sociedad de la
Banda Ancha pretende conseguir la universalización del acceso a Internet. Ello
permite a los creadores de contenidos poder alcanzar a una masa crítica que
facilita la rentabilización de los esfuerzos dedicados a la calidad. Un valor
añadido de todo ello es la necesidad de garantizar según qué contenidos por mor
de su carácter sincrónico.
En esta corriente de
conectividad necesaria y en aumento no sorprende que el tráfico Internet
Protocol (IP) global se multiplicará previsiblemente casi por tres en los próximos
cuatro años a raíz del crecimiento de usuarios y dispositivos de Internet, a la mayor velocidad de la banda ancha y al efervescente
consumo de vídeo. De cara a 2018, según el Informe Cisco Visual
Networking Index Global Forecast and Service Adoption 2013-2018, el tráfico generado por las conexiones fijas y móviles
alcanzará 1,6 Zettabytes (más de 1,5 billones de Gigabytes)
anuales. Ello supone una tasa de incremento interanual del 21% entre 2013 y
2018.
¿Y
qué ocurrirá en España? Pues el tráfico IP se
multiplicará por dos entre 2013 y 2018. Alcanzará 14,6 Exabytes anuales (1,2
Exabytes mensuales). En 2013 se registraban 7 Exabytes. Por tanto, la tasa de
crecimiento interanual será del 16%.
Observamos
que la composición del tráfico IP mutará profundamente en los próximos años. Los
sorpassos proliferan. De cara a 2018,
la mayoría del tráfico se originará desde dispositivos distintos al PC por vez primera desde que nació Internet.
Otro sorpasso: el tráfico Wi-Fi superará al cableado. Otro más: el vídeo
en alta definición (HD) generará más cantidad de tráfico que el vídeo con
definición estándar.
La
evolución de la necesidad de banda ancha es un hecho. Por mucho que los
operadores de telecomunicaciones luchen para evitar el fenómeno de commoditización, el usuario es cada vez
más ávido de contenidos y da por supuesto que el flujo de banda ancha va a
aumentar. Probablemente no valor en su justa medida el esfuerzo que implica
desplegar redes. ¿Cómo luchar contra ello? Pues garantizando el ancho de banda
con un pago en forma de plus que, además, ayuda a valorar esa evolución. Esta
reflexión adquiere más relieve si cabe ante la previsión, en 2018, de que el
tráfico en redes a escala global será mayor que la suma de todo el tráfico de
años anteriores. Entre 1984 y 2013 se generaron 1,3 Zettabytes de tráfico IP en
el mundo; en 2018, se crearán 1,6 Zettabytes. De vértigo.
Uno
de los principales causantes es el Internet de las cosas (Internet of Things). En 2018 se registrarán casi tantas conexiones
máquina-a-máquina (machine to machine,
M2M) como habitantes hay en el mundo. Un vehículo inteligente (smart car) contendrá casi
cuatro módulos M2M por vehículo.
La banda ancha es clave. Sobre ese aspecto crucial debatimos
en el Grupo de Investigación sobre Periodismo Digital y Banda Ancha, de la UAO-CEU y el CECABLE, en Twitter (@CECABLEresearch), Google+, en el grupo de LinkedIn, en la página de LinkedIn, en el grupo de Facebook, en Instagram (CECABLE), en Pinterest y en
este blog. También lo tratamos en el MooC (Massive open online Course) sobre Estrategia de Medios Sociales para
entidades sin ánimo de lucro que estamos dirigiendo en Miriadax con más de
4.700 alumnos inscritos. Y ahondaremos en las XX Jornadas del Cable y la Banda Ancha
en Cataluña (5-7 de mayo de 2015).
Necesitamos más banda ancha. Bebemos de la Sociedad de la Banda Ancha.
ResponderEliminarEsencial.
ResponderEliminarWe need broadband!
ResponderEliminarRedes de banda ancha esenciales.
ResponderEliminarY muy rápidas.
ResponderEliminarRapidísimas.
ResponderEliminarMolta velocitat.
ResponderEliminarSociedad de la Banda Ancha en su máxima expresión.
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