Esperanza para los muros de pago

Los muros de pago (los paywalls) se antojan la solución al declive en ingresos en los medios de comunicación. La percepción es que el lector está dispuesto a pagar por contenidos de calidad y profundidad: entre el 3% y el 5% de los visitantes de una web informativa se convertirán en suscriptores digitales, según se conoció en el 65º Congreso de la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA). 

En cambio, está costando que el mercado publicitario refleje el valor de la segmentación, cuya eficacia en ROI es poco discutible. La creación de comunidades de lectores homogéneas se asocia naturalmente a una publicidad específica, lo que a medio y largo plazo debe traducirse en resultados.

Algunas cifras reflejan tendencias. The Guardian no cobra por contenidos digitales y está perdiendo un millón de libras semanales; en contraste, el Daily Telegraph consigue más o menos esa misma cantidad (50 millones de libras anuales) como ingresos adicionales gracias a las suscripciones digitales. La conversión de valor del contenido para los lectores es el trampolín para el futuro.

En ese camino que defendemos desde hace tiempo en el Grupo de Investigación sobre Periodismo Digital y Banda Ancha, de la UAO-CEU y el CECABLE y que debatimos en Twitter (@CECABLEresearch), Google+, en el grupo de LinkedIn, en la página de LinkedIn, en el grupo de Facebook y en este blog, los países emergentes, América Latina y Asia son los que están acelerando más obteniendo provecho de sus negocios de impresión en mediamorfosis digital. Los cambios productivos aúnan a periodistas y desarrolladores. La agenda setting vira hacia los abusos de poder y los fracasos públicos y privados.

En Europa y Estados Unidos, los periódicos suponen un 50,4% del consumo de Internet (visitantes únicos), un escuálido 6,8% del total de visitas, un 1,3% del tiempo invertido y un 0,9% de páginas vistas.