viernes, 11 de enero de 2013

Periodismo digital: ¿Luz al final del túnel?


El espíritu abierto de este blog lleva a dar la voz a profesionales y colaboradores en el ámbito periodístico y telecomunicativo. Hoy es el turno de Blanca Cristofol, colaboradora del CECABLE, que analiza la situación del periodismo digital.
"Más de 6.000 periodistas en el paro, 40 medios de comunicación que han desaparecido y casi veinte EREs desde el 2008. En España son tiempos difíciles para uno de los oficios más sacrificados pero también –según aquellos que lo ejercen- más gratificantes: el periodismo.
Tal vez sea este motivo por el que, pese al panorama desalentador, los que siguen empeñados en hacer periodismo continúen buscando la solución a este embrollo. Si bien los medios convencionales sufren la crisis económica –según datos de INFOADEX, la inversión publicitaria en televisión y en prensa impresa sigue cayendo–, éstos deben hacer frente paralelamente a un cambio del modelo comunicativo. Gran parte de la audiencia –el sector joven– ha dado una vuelta de tuerca a sus hábitos de consumo: los jóvenes cada vez se muestran más reticentes a consumir aquello que les ofrecen en cada momento y apuestan por ver y leer lo que quieren, cuando quieren.
Mientras que la inversión publicitaria cae en picado en los medios convencionales, se ha notificado una inversión creciente en el panorama online: actualmente, el 97% de los ingresos de Google vienen exclusivamente de sus anunciantes. Y es, precisamente aquí, donde puede empezar a intuirse la salvación del periodismo. Se ha demostrado que los medios online pueden obtener beneficios económicos y se ha visto también que Internet presenta las características de inmediatez y los soportes necesarios –escrito y audiovisual- para satisfacer las necesidades de sus consumidores.
Además, la fuerza de las redes sociales como Facebook, LinkedIn, Twitter o Instagram son el medio ideal para el ejercicio del Periodismo Cívico, aquél en el que el periodista trata los temas que interesan a los ciudadanos alejándose de una agenda-setting guiada por los intereses políticos, que es el que, hoy por hoy, llama más la atención de la audiencia.
Si bien está claro que el periodismo moderno debe sentar sus bases en los medios no convencionales, todavía no se ha encontrado la fórmula que lo haga económicamente viable. El intento fallido de El País en 2010, cuando convirtió su web en un servicio de pago, o la creación de la Hemeroteca por parte de La Vanguardia son ejemplos de cómo los medios de referencia de nuestro país buscan establecerse en Internet, sin que ello les suponga una pérdida de beneficios.
Por su parte, los periodistas comienzan a reciclarse, se sirven de sus teléfonos android para grabar vídeos o hacer fotos que, inmediatamente, suben al medio online. Estos nuevos comunicadores, que se han acostumbrado a redactar de manera breve y directa –como exige el consumidor digital–, actualizan constantemente su Twitter y sus blogs y viven conectados a la red con el fin de no quedarse atrás.
Por lo que se refiere a los usuarios de Internet, parece que no le dan el valor suficiente a la información que consumen como para pagar por ella. Según una encuesta realizada recientemente por Nielsen, el 80% de los consumidores deja de usar una página web si tiene que abonar una cantidad de dinero por verla. Es decir, sólo uno de cada 4 estaría dispuesto a pagar por los contenidos que lee.
Así pues, estamos ante una situación en la que los propietarios y trabajadores de los medios digitales se encuentran en una lucha de intereses con los consumidores. Pese a ser el nuevo soporte del periodismo, el futuro de este tipo de medios es todavía incierto. Entre tanto, mientras el periodismo digital siga siendo gratis –o casi gratis–, continuará sin poder garantizar la calidad de redacción y contenidos que pediría un consumidor mínimamente exigente."

No hay comentarios:

Publicar un comentario