Infidelidad, impaciencia, exigencia extrema, y encima reticencia a pagar. Parece
la definición del crossumer, y lo es
en parte: se trata de los lectores de medios de comunicación digitales, que
cada vez aspiran a más por menos (aunque por fortuna va calando la necesidad de
pagar por esos contenidos: los dos millones de suscriptores de The New York Times así lo reflejan).
En la Sociedad de la Banda Ancha y en el cloud journalism, Comenzar for free, mejorar
constantemente prestaciones y contar con redes de telecomunicaciones cada vez
más potentes commoditizan lo que no
es commodity y generan una espiral de
compleja homeostasis. La voracidad del
lector se calcula en segundos (o milisegundos) de espera para acceder a según qué contenido. Además le lector digital
avezado puede jugar con el RSS o establecer una ruta tuneada que lo convierta
en un verdadero profesional de la serendipia.
En estas llega el holandés Blendle, empresa
digital que ofrece a sus suscriptores toda la información publicada por 40
diarios y revistas. A la práctica es un verdadero marketplace en el que el coste de cada unidad de contenido oscila entre
10 y 25 céntimos de euro.
El fenómeno llama la atención en un país en el que los diarios de pago son
acogidos en el 50% de hogares. Pero el lector del siglo XXI va más allá, y esta
especie de iTunes de la prensa aspira a no depender de la publicidad para
lograr números negros.
Para forjar el producto, sus fundadores han conseguido el apoyo de 15 de los
principales editores del país, y de 100.000 euros gubernamentales. Surge así un
modelo anejo al micropago: cobrar por pieza es más realista (o puede serlo) que
solicitar una cuota mensual a suscriptores que pueden engrosar las filas del churn rate en poco tiempo.
¿Cómo se distribuyen los anhelados ingresos? De cada unidad de contenido, el
70% recae en quien lo edita, y el 30% en la plataforma. Pareto adaptado. ¿Promoción
de bienvenida? 2,5 euros (al estilo de las casa de apuestas de Internet).
¿Vínculos con redes sociales? Blendle elabora listas de los contenidos más leídos,
compartibles a través de redes sociales con lectores potenciales ajenos a la
plataforma.
El lector puede pensar que la adaptación de ese modelo al ámbito catalán o
español no es sencilla, por cuanto la media de lectores de diarios no es la
misma que en Holanda. Y en términos de renta per cápita la situación tampoco
acompaña.
Por tanto, en la Sociedad de la Banda Ancha, hay que adaptarse al nuevo lector. Sobre ello debatimos en el Grupo de Investigación sobre Periodismo Digital y Banda Ancha, de la UAO-CEU y el CECABLE, en Twitter (@CECABLEresearch), Google+, en el grupo de LinkedIn, en la página de LinkedIn, en el grupo de Facebook, en Instagram (CECABLE), en Pinterest y en este blog. Y ahondaremos en las XX Jornadas del Cable y la Banda Ancha en Cataluña (5-7 de mayo de 2015).
Por tanto, en la Sociedad de la Banda Ancha, hay que adaptarse al nuevo lector. Sobre ello debatimos en el Grupo de Investigación sobre Periodismo Digital y Banda Ancha, de la UAO-CEU y el CECABLE, en Twitter (@CECABLEresearch), Google+, en el grupo de LinkedIn, en la página de LinkedIn, en el grupo de Facebook, en Instagram (CECABLE), en Pinterest y en este blog. Y ahondaremos en las XX Jornadas del Cable y la Banda Ancha en Cataluña (5-7 de mayo de 2015).
Es interesante... cada vez hay más players en el sector de comunicación digital.
ResponderEliminarEl de los micropagos es un buen sistema.
ResponderEliminarInteresante sistema.
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
ResponderEliminarCongratulations!
ResponderEliminarMolt bona proposta!
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